¿Por
qué las infitraciones de Colágeno pueden mejorar mi dolor o ayudarme a
recuperarme tras una lesión muscular o un esguince?
En
el caso de dolor articular o lesión ligamentosa, una de las causas más
importantes de dolor es la laxitud de las estructuras intraarticulares y
extraarticulares de estabilización de las articulaciones.
La
laxitud provoca hipermovilidad articular, especialmente en direcciones y
ángulos no fisiológicos. El soporte mecánico, proporcionado por el colágeno
representará un eficaz sustento natural de apoyo.
¿Qué es el colágeno?
Es una proteína que se encuentra en la piel, los tendones, los huesos, los músculos, los ligamentos. los cartílagos, los vasos sanguíneos y otros tejidos conectivos.
Existen 19 tipos de colágeno, pero los tipos I al V representan el 99% de todo el colágeno del organismo. Es una proteína con una doble función, a la vez estructural (soporte) y funcional (movimiento). Contribuye a la actividad muscular, confiriendo a los tejidos resistencia, elasticidad y flexibilidad, y ayuda a mantener la integridad de las estructuras anatómicas de soporte.
En condiciones normales, el colágeno es fabricado por una célula encargada de dicha función: el fibroblasto o tenocito.
Cuando la función de estas células es insuficiente, o queremos apoyar su trabajo, las
inyecciones de colágeno son una herramienta fundamental, ya que mejoran la movilidad articular fisiológica, favorecen
la relajación muscular y alivian el dolor. No tienen acción directa
antiinflamatoria de tipo farmacológico, sino que lo que consiguen es mejorar la
función de la matriz extracelular con lo que se aceleran los procesos de
reparación tisular (en microtraumas) y el fortalecimiento del tono de la pared
capilar. Por lo tanto se consideran aceleradores (booster) en el proceso de
disminución de la inflamación.
La
respuesta al tratamiento debe iniciarse dentro de las 6-8 primeras sesiones, y
su duración, una vez concluido el tratamiento, puede llegar hasta los 6 meses
en el caso de procesos crónicos, o ser definitiva en el caso de procesos agudos.
En
el 90% de los casos, las inyecciones de colágeno no son dolorosas, más allá de
las lógicas molestias de tipo mecánico que se producen al introducir la aguja y
que desaparecen inmediatamente después. Posteriormente a la aplicación del
colágeno, se recomienda realizar reposo durante 24 horas si se ha aplicado
intraarticularmente, o de 12h si es extraarticular.
En
función de las estructuras lesionadas y la naturaleza del dolor, existen
distintos preparados de colágeno que pueden administrarse. Todos ellos asocian
sustancias coadyuvantes para mejorar los resultados, como Ácido ascórbico,
riboflavina y clorhidrato de tiamina (en el caso de preparados para tejido
conjuntivo), Hypericum (en el caso de patología muscular), Hamamelis (para
lumbalgias), etc.
Si
se ha lesionado y piensa que su proceso de recuperación está prolongándose más
de lo debido, póngase en contacto con nosotros. Le aconsejaremos el tratamiento
más adecuado para su caso.
Dra
María José Pozo García.
Médico
especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología.
- Clínica Milenium. Córdoba. Privados, Sanitas, Mapfre, Caser. 957414162.
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